Coches y ruido en la calle Diputació. Pasado el marco de la puerta de Thai Barcelona, calma. Todo aquel que haya venido alguna vez sabe que la penumbra de las velas y las fragancias de incienso y flores abrazan a los comensales desde el primer momento que entran. Sentarse en una mesa de Thai Barcelona es sentirse en medio de un jardín del sur de un lejano continente, cobijado entre orquídeas.
Nosotros somos conscientes de ello, y por eso nos hemos atrevido a cruzar alguna frontera. Hemos salido del gremio de la restauración para participar en la 60ª edición del Temps de Flors de la ciudad de Gerona. Nuestras herramientas, los cuchillos; nuestras flores, sandías y calabazas que, como si se trataran de bloques de mármol de un escultor de tiempos antiguos, esperan revelar la forma floral que esconden debajo de su piel. Los dedos expertos de nuestra chef Pattamaporn Khawsamlee han ido entallando las frutas, con destreza y paciencia, hasta forjar flores caprichosas que desvelan colores escondidos. Esto nos ha hecho merecer el 1er premio del concurso de escaparates, donde participaban más de 100 establecimientos.

El arte del carving es una disciplina complicada y desconocida que consiste en esculpir frutas y verduras. Nuestros platos muestran hojas elaboradas con zanahorias o boles hechos con cocos. En Thai Barcelona trabajamos cada receta como una minuciosa obra de arte para conseguir que la experiencia sobrepase los límites de los placeres gastronómicos.