
Mangostán | La Fruta Reina de Tailandia
El mangostino, mangostán o jobo de la India (Garcinia mangostana) es un árbol tropical perenne. Fue en 1753 cuando el sueco Carlos Linneo describió per primera vez el mangostán en su libro Species Plantarum. Es una de las frutas exóticas más cotizadas y apreciadas por su exquisito sabor y consistencia. Pertenece a las Gutíferas, familia de árboles tropicales de Asia y América, muchos de los cuales exudan gomas y resinas. El fruto del mangostán es una gran fuente de calcio, fósforo, niacina y vitaminas B y C.


En Tailandia se cultiva una sola variedad en dos áreas diferenciadas:
en la costa este y en el sur alrededor de Surat Thani.
Refrescante y rejuvenecedor para el cuerpo. La piel es rica en taninos, que ayudan a sanar defectos y heridas de la piel. Su contenido de agua es muy elevado. Contiene hidratos de carbono en cantidad moderada por lo que su valor calórico es alto. En lo que se refiere a su contenido mineral, es rico en potasio. Así mismo aporta fibra, que mejora el tránsito intestinal. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.


El árbol crece de 7 a 25 m de altura, posee un follaje muy denso siempre verde de hojas opuestas,
grandes con nervadura central, con forma elíptica ovaladas.
RECOMENDACIÓN
El fruto comestible posee una corteza de profundo color púrpura rojizo cuando madura. Es un fruto nativo del sudeste de Asia, de Tailandia, donde se considera un auténtico manjar.
Comer mangostán después de haber comido un durian para enfriar el cuerpo equilibrando el calor que nos aporta el durian (otra fruta típicamente tailandesa con un olor muy peculiar). Los sorbetes de mangostán también son muy refrescantes si los servimos entre plato y plato.